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Nombre del comentarista: Dra. Josefina Feijóo Iglesias.

Grosor Intima-media Carotidea y Placa en la Evaluación del Riesgo Cardiovascular.

El presente trabajo a pesar de su publicación en el año 2014, sigue siendo una excelente revisión sobre la evolución de las recomendaciones en las guías de prevención primaria sobre el uso de la medición del Grosor Intima-Media (GIM) en la detección de eventos cardiovasculares. Numerosos estudios prospectivos fueron realizados dando resultados favorables a la asociación entre el aumento del GIM y la aparición de eventos cardiovasculares a pesar de la falta de estandarización en la metodología que siguieron, logrando ser una recomendación II con nivel de evidencia B en la guía de prevención primaria (ACC/AHA 2010).

Posteriormente 2 grandes metaanálisis ponen a prueba el método estadístico y al ajustar variables los resultados no resultaron ser tan favorables como los obtenidos anteriormente. El primer meta análisis de Bots, et al. Revisaron 34 estudios donde se relacionó GIM con Enfermedad Arterial Coronaria, concluyendo una modesta relación entre el GIM y la aterosclerosis coronaria; el segundo meta análisis de Den Ruijter se revisó 14 estudios que relacionaron el GIM en la Arteria Carótida Común (ACC) y eventos cardiovasculares, excluyeron los pacientes que tenían placas en el bulbo carotideo y le calcularon el índice de reclasificación neta (IRN), al reclasificarlos el riesgo de eventos cardiovascular en la cohorte global solo fue del 0,8% y en pacientes de riesgo intermedio 3,6%, es decir el GIM medido en la ACC no aportó mayor valor al suministrado por las escalas de riesgo cardiovascular tradicionales. Posterior a estos análisis la recomendación de medición del GIM en la arteria Carótida se degrada a clase III con un nivel de evidencia B (ACC/AHA 2013).

Todos los estudios publicados indicaron que la presencia placa pareciera ser un predictor más potente del riesgo cardiovascular que el GIM aislado, hacer medidas cuantitativas de las placas tales como espesor, área, número y evaluación 3D del volumen, son mejores indicadores en la predicción del riesgo cardiovascular.

Fuente:

Tasneem Z. Naqvi, Ming-Sum Lee. Carotid Intima-Media Thickness and Plaque in Cardiovascular Risk Assessment. (J Am Coll Cardiol Img 2014;7:1025–38)

Comentario:

La medición del GIM como marcador subclínico de aterosclerosis y pronosticador de eventos cardiovasculares, tal y como lo conocimos en la primera década del 2000, ha caído en controversias reales debido a la falta de estandarización de la metodología, sin embargo hay que reconocer que la ateroesclerosis no tiene un comportamiento homogéneo en todo el árbol arterial y que una simple medición de GIM no sea suficiente para predecir eventos cardiovascular, mas aun cuando se valora en un solo territorio arterial . Desde el punto de vista analítico la presencia de placa ya es una evidencia de la enfermedad subclínica y que eso aumente el riego de eventos cardiovasculares no nos sorprende, de hecho las guías europeas (2016) de prevención cardiovascular agrega una nueva recomendación (IIb) con un nivel de evidencia B, para la detección de placas en las arterias carótidas, y la recomendación para la medición de GIM sigue clase III, igual que las guías africanas pero con un nivel de evidencia A. En la actualidad el GIM no ha aportado más información en el paciente asintomático que las que aportan las escalas clínicas de riesgo cardiovascular convencionales.